El día 2 no fue tan complicado, la rutina de siempre mandados, etc.
Pero se sentía algo raro en el ambiente, en el corazón de él sabía que había algo que no estaba bien.
De pronto una información muy crucial se filtra en su whatsapp para identificar dentro de su equipo de trabajo (sub alternos) personas de riesgo no sólo de contagio si no de contagio para sus familias.
Eso fue como un balde de agua fría sabía que las sospechas y toda la documentación que el había levantado desde hace un buen tiempo sería cierta.
Y es que los modelos estadísticos no fallan, para desgracias resultan ser mucho más exactos. Fue en ese momento que tuve que revelar la noticia de lo que se avecinaba, que las cosas no estaban bien y que muy probablemente se tendría un contagio en el país.
Ella un tanto despreocupada pensaba que lo único malo que le había pasado ese día y que olvidó algo, sin embargo no se esperaba eso, y es que nadie esperaba una noticia así.
La preocupación invadió nuestros corazones a él le preocupaba que no podría llevarla en toda la semana porque vivía para cuidarla aunque las circunstancias de su relación no fuera la más favorable.
Ambos lloraron en silencio y sospecharon que algo más se avecinaba, que no iba a estar tan fácil el poder pasar de nuevo unos días como las de los últimos dos meses, luego de su re-encuentro después de su última separación. Y es que ya habían experimentado una separación también fortuita por un accidente 8 semanas largas de ausencia los había condenado ya, y lo primero que pensaron en que los días que pasaron juntos aún no compensaban esa ausencia que ya habían tenido.
Y es que en un fragmento de segundo te pasan muchas cosas por la cabeza, y lo que más frustra es la impotencia de no poder cambiar las cosas, sumado a que la incertidumbre mata.
Terminó el día como siempre se dijeron adiós y todo quedó así.
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