viernes, 13 de marzo de 2015

Un Cuento Corto de Amor Sin Final Feliz

Esta es la breve historia de lo que algún día llegará a ser un libro.

En este cuento no existen castillos ni princesas, ni príncipes. Solo de un joven que vago por el mundo preguntándose día con día como será el amor verdadero, cómo será el amor real. Cómo será el amor que nace de un momento espontaneo sin buscarlo, ese amor que no es egoísta, ese amor que se entrega por completa y que lucha por salir a delante.

Este Joven en sus primeros años se dió cuenta que mientras más buscaba ese amor su lucha era más grande librando arduas batallas desde muy joven buscando ese grandioso tesoro que no lo encontraba y salía  con la derrota sobre sus obras, después de librar algunas batallas y por su inmadurez lucho por una doncella cuyo corazón pertenecía a alguien más pero libero una batalla por ganar ese amor pero al ganar la batalla lo que logro fué llenar su corazón de amargura dolor y soledad porque nunca fué el amor que soño fue un camino tormentoso.

Mientras el joven terminaba según el su última batalla estaba floreciendo en un poblado muy cercano a el una hermosa flor una doncella que el jamás pensó que existiría. Ambos iban en caminos paralelos pero estaban muy cercanos. Pero existía algo que realmente los unía y era la búsqueda de ese amor que es especial y que te hace sentir algo que te estremece hasta los huesos.

Durante este tiempo el joven decidió liberarse del yugo y volver a buscar de nuevo aunque su condición ya no se lo permitía y conoció mucha gente y elevo su autoestima de nuevo pero en un mundo cambiante se encontró que ya nadie cree en eso tan bonito llamado amor, solo existían espejismos de interés y sexo y decidió regresar a esa tierra a resignarse a vivir la vida que eligió.

El sabía que en el fondo existía alguien como el buscando lo mismo y fueron pasando los años y justo cuando ya el se había resignado a que esa persona sin nombre sin rostro si no con sentimiento existiera el destino puso una intersección entre sus caminos paralelos y fue allí en ese momento mágico donde ambos se reconocieron.

Ella venía con el corazón herido y sin fe que el existiera pero al hablar y verse a los ojos supieron que había magia en ese encuentro algo que solo en los cuentos de hadas podrían pasar. Ella iniciaba el recorrido que nuestro protagonista ya había recorrido y había sufrido tristemente el camino de era más largo dejando como resultado una generación. Durante el tiempo que compartieron se fueron dando cuenta que ambos eran el nombre y rostro de las personas que habían anhelado que habían soñado y que debían estar juntos.

Cada día era un día lleno de felicidad tenían aventuras nuevas, eran la inspiración uno del otro ambos tenían lo que no tenían en ellos mismos, cada beso venían acompañados de juegos pirotécnicos ese amor era tan perfecto que no existió pelea significante que hiriera uno al otro.

En la cúspide de ese amor el la llevo a un lugar donde crearon un infinito donde la vida era perfecta y donde el pasado del ya no tan joven no importaba donde nadie en el pueblo señalaba donde eran libres para amar.

El tuvo que dejar a su doncella un día prometiendo volver y continuar con ese amor, pero llego al pueblo el terrible mal llamado pasado que a ambos afectarían representado de dos formas para ella la sombra del retrato de su antepasado que le hablaba cada día llenando de dudas y de miedo su corazón y para el la sombra de quien lo destruyó y seco y a la vez el máximo tesoro de el que era su descendencia.

El tenía un espiritu de lucha muy grande pero la dulce doncella que recién iniciaba la vida no quería sufrir y le creyó más a la duda infundida por el retrato que le hablaba que sufriría y que no valía la pena luchar por una persona así. Aunque la doncella sabía que el corazón de el era transparente y completamente para ella.

La doncella fue manipulada, y convencida que debía quedarse segura encerrada en una torre donde ningún mal le afectara, creyendo que el joven que peleaba por su amor día con día era un ser maligno mientras que lo único maligno que había era el pasado que los acechaba a los dos a ella por su familia y por la de el.

Sombras llegaron a sus vidas, todo se torno gris, el siguió luchando día tras día por el amor de la princesa, pero la nube de dudas y de miedos hacía que la torre fuera más grande y más alta como para poderla rescatar, Ella solo miraba hacia abajo como el luchaba cada día dejando sus fuerzas y dejando sus ganas de vivir, ella por lo contrario alimentaba más esos miedos y esas dudas y esas excusas para que fuera esa barrera creciendo.El  construyó miles de instrumentos para rescatar a su amada, gasto todas sus energías y gasto su salud mental pero la torre se hacía más alta donde la habían encerrado.

El no solo perdía su cordura, perdía su corazón, quedando solo pendiendo de un hilo de amor que eran sus descendientes que también los estaba perdiendo, la doncella miraba desde arriba que luchar por amor muchas veces significaba sacrificar y sufrir y decidió NO luchar por el nunca y también acomodarse en aquella torre y disfrutar su carruaje y guardar en un congelador su corazón.

Ella pidió que se construyera un basto bosque de excusas, mentiras y razones lógicas que fueran tan altos para no ver como la vida del que algún día fue su amor se iba consumiendo en el dolor y la infelicidad. Del no se supo nada solo se sabe que partió por muchos rumbos con el corazón destrozado, la infelicidad al lado y pidiendole a Dios que cada noche la pusiera en sus sueños para volver allí a revivir ese pequeño infinito. Ella dejo su corazón guardado con ese enorme amor que le tuvo y que jamás va a olvidar.


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